sábado, 13 de febrero de 2010

Por la JUSTICIA

Mi intención con los últimos post era aligerar el blog y darle un aire menos denso y más mundano. Sin embargo la actualidad nos hace ponernos serios de inmediato. Junto a la amenaza real de pérdida de derechos sociales existe otra tanto o más dolorosa. La coacción a defensores de los derechos humanos por parte de los aguiluchos rojigualdos como los define en titulares Andalán.

El juez Baltasar Garzón ha ejercido una justicia de forma continuada y valiente durante veinte años en la Audiencia Nacional, comprometida con la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo contra dictadores, terroristas, corruptos y enemigos de la democracia.

El juez Baltasar Garzón ha sido uno de los principales promotores del desarrollo en España del principio de Justicia Universal.

El juez Baltasar Garzón es víctima de una campaña promovida por sectores de extrema derecha, Falange Española y Manos Limpias, con una sorprendente connivencia de algunos sectores progresistas.

El proceso contra el juez Baltasar Garzón es en realidad un juicio sumario contra los defensores de la Democracia, la Justicia y los Derechos Humanos y a favor de la impunidad de crímenes muy graves de carácter internacional.

El juez Baltasar Garzón está siendo juzgado por una sala del Tribunal Supremo en la que la mayoría de sus miembros juraron lealtad al Movimiento Nacional del franquismo.

Una sentencia adversa al juez Baltasar Garzón, tras agotar las instancias judiciales españolas, acabaría probablemente con una superior sentencia condenatoria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra el Estado español.

El juez Baltasar Garzón representa el modelo de justicia basado en la defensa de los Derechos Humanos conforme con su Derecho Internacional que millones de ciudadanos y víctimas reclaman en todo el mundo.

Ya en 2008 el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recomendó al Estado español la derogación de la preconstitucional Ley de Amnistía de 1977.

Este caso vuelve a demostrar la necesidad de la Justicia Internacional. Incluso España, el país que intentó procesar al dictador Pinochet, es incapaz de juzgar su propia dictadura. Y quien lo intenta, es juzgado por ello.

http://manifiestojusticiagarzon.wordpress.com/category/manifiesto/

4 comentarios:

Fackel dijo...

Esto no es cuestión de justicia, sino de repugnancia o sentido moral. Algunos han optado por la repugnancia y la vuelta al estado de la insensatez. Que lis hados nos cojan preparados.

Salud y energía.

Basseta dijo...

El problema en torno al Juez Garzón no es ideológico, no es una cuestión de ser facha o rojo, de derechas o de izquierdas. El único pecado que ha cometido el Juez ha sido TRABAJAR, cumplir con su obligación y demostrar que se gana el sueldo que le paga el Estado. En un país donde muchos funcionarios y autoridades medran para vivir del cuento sin dar un palo al agua, Garzón se empeña en cumplir con su deber. A veces pienso que la verdadera utopía está en aspirar a un Estado de Derecho de verdad.

Aragonía dijo...

Confío que la sensatez y la JUSTICIA con mayúsculas pongan a cada uno en su sitio. En este caso estamos siendo la vergüenza de Europa.

Salud Fackel y más que nunca resistencia frente a la repugnancia monstuosa.

Aragonía dijo...

Bienvenido Basseta.

Quizás ése (aspirar a un Estado de Derecho de verdad) sea el fondo de muchos de los problemas de nuestra democracia.
¿Cómo puede estar una de las bases del estado, como es el poder judicial, sujeto al control político de los gobernantes en sus más altas esferas?, ¿Cómo puede ser que los miembros de los diferentes tribunales Constitucionales o Supremo sean designados por los dirigentes políticos?, ¿No existe otro modelo?, No es el poder judicial libre e independiente y solo sujeto a las leyes?. ¿Y estas leyes no provienen de la Justicia o son las leyes la justicia?
Estos y otros rasgos incomprensibles me hacen definir nuestro sistema como “memocratico”.

Muchas gracias por su opinión y espero que se pase por aquí. Muchas cosas en común, por lo visto en su blog nos definen.

Salud y JUSTICIA