jueves, 31 de diciembre de 2009

DEFENSA DE LA ALEGRÍA.


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Mario Benedetti

Que os buestros suenios se fagan reyalidat amigos.
Goyosa añada 2010.

2 comentarios:

Sagardiana dijo...

Y os tuyos suenios tambien, Aragonia.
Chin chin!!!

Fackel dijo...

Ara. Sagar. El chinchín es este poema de Benedetti.

Yo sólo añado: cuando se rompa la alegría, restaurémosla.

Naveguemos, pues.