jueves, 21 de octubre de 2010

Por los servicios prestados.

Aragón ha perdido en tan solo tres años la mitad del su presupuesto.
Desde el mismo día en el que Marcelino Iglesias anunció que no se presentaría como candidato del partido socialista al Gobierno de Aragón del 2011, las cábalas sobre su futuro se han sucedido día tras día. Pronto quedó claro que seguiría en política activa porque ese era su deseo expreso, pero en la confusión de las quinielas, se apuntaba a algún ministerio, a la presidencia del Senado o incluso a Bruselas. Nada de eso. Con el nombramiento de Marcelino Iglesias como secretario de organización del PSOE, al presidente de Aragón se le otorgan muchos poderes: el mando interno del partido a nivel nacional y la posibilidad de difundir su imagen por todo el territorio. Y todo ello con un desgaste político menor que si tuviera alguna cartera ministerial. Por tanto, este paso dado por el PSOE abre una nueva etapa en la carrera política de Iglesias que alarga notablemente su recorrido futuro. La Secretaría de Organización de los socialistas es, como se ha visto con Pajín o el mismísimo Blanco, el trampolín hacia cotas políticas mayores. Eso sí, siempre que gane el PSOE las próximas legislativas, tesitura por la que, a día de hoy, no apuestan las encuestas. Conste que queda un año y medio de legislatura todavía por delante.

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